Una experiencia obligada / Family Me gustó mucho la experiencia pasan por ti a tu hotel y te llevan directamente a la dunas que si son un poco fuertes para mí fue fantástico pero en otro auto una persona se mareo, llegando ves el atardecer con fotos fantásticas claro, subes a un camello, ves como se alientan los camelos, te haces un tatuaje de hena, para ver un show de belly dance y cenar con el desierto de escenario y fumar shisha a la luz de las estrellas, enamora la experiencia fascinante

Caro M

Madrid

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Experiencia interesante. Camino del campamento, el viaje en camello y para en medio de las dunas, para ver y fotografiar el atardecer, con los cambios de color de la arena según la altura del sol, es muy dificil de explicar en cualquier caso precioso. Lo peor, la paliza que te llevas en el trasero y piernas, del movimiento encima del camello. ¿Quizas es que el que yo monté, llevaba mal los amortiguadores?.

carlos_valverderujas

Designer

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Experiencia distinta Me gustó el desierto, la tranquilidad, el paseo en dromedario. No me gustó el estado del campamento, sobre todo después de ver lo bonitos que estaban otros

Canimoto

Spain

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El paisaje es siempre distinto, pero rara vez decepcionante. Jul 2012 - Family Bueno, el paseo en dromedario por las dunas ya es de por sí bastante divertido (incluso aunque el de atrás tenga curiosidad por el sabor de tu pie, como fue mi caso). Pero es lo de menos: Hay que descubrir el desierto de día y de noche. Lo normal es dormir en una jaima, en ocasiones con espectáculo. Mi plan fue cena y a dormir y lo prefiero así; el silencio del desierto es infinitamente más hermoso que un musical prefabricado. Hacía demasiado calor para dormir a cubierto, así que nos quedamos fuera. Diría que bajo un increíble cielo estrellado, pero mentiría. Una Luna que iluminaba como si fuera de día fue la protagonista esa noche, en que las dunas tomaron un matiz plateado. Tampoco el amanecer tiñó la arena de rojo, sino que un sol más bien tímido asomó entre, no lo vais a creer: ¡nubes! No puedo contaros gran cosa de un desierto de arena: el viento la mueve a su antojo y las dunas son siempre vírgenes. Estoy segura de que si vuelvo en Navidad, el amanecer será totalmente diferente. Si mi viaje coincide con la Luna Nueva y el cielo invernal es límpido, contemplar las estrellas me mantendrá felizmente desvelada durante horas. Volveré, a ver con qué me sorprende una noche en el desierto.

2012Lucia

Santander, Spain

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